Cada uno de ellos, en la cárcel, o en la terrible soledad de la estepa, cayéndose de cansancio y de tristeza, de pronto tuvo, ante los ojos, esa visión de la mujer, «carne cansada y dolorosa», que más tarde, invi-siblemente inclinada sobre sus espaldas, les dicta las más hermosas pági¬nas que han sido dadas a nuestros ojos. La petición fue rechazada, pero esto condujo a un nivel de atención sobre él aún más grande. Si necesita usar algo como una camiseta o una sudadera con capucha debajo de su jersey, debe optar por una talla más grande de. Camiseta de la leyenda de 10º cumpleaños para niños de 10 años. Nuestra marca tiene más colores para camisa de cumpleaños de marzo para niños y camisas de cumpleaños de marzo. En la temporada 2016-17 quedó segundo en las votaciones para el MVP de la NBA superado por Russell Westbrook, quien estableció un récord de triples dobles en una temporada, con 42, superando la antigua marca de Oscar Robertson con 41; Harden consiguió 25. Pese a que tuvo mejor % de campo, más asistencias, liderando la NBA en asistencias por partido 11,2, camiseta raptors acabó segundo en la batalla por el MVP.
Es el segundo jugador con más nombramientos al equipo nacional de Estados Unidos y el máximo anotador de la selección estadounidense. Una de las mejores noticias fue Geoff Petrie, promediando 24.8 puntos por partido, séptimo mejor promedio anotador en la liga, y ganando el Rookie del Año junto con Dave Cowens, de Boston Celtics. A pesar de todo, el equipo volvió a caer eliminado en primera ronda por tercer año consecutivo. A pesar de la edad y sus problemas de rodilla, fue capaz de promediar 14.5 puntos y 8.1 rebotes en 23.8 minutos de juego. Silencio de cinco minutos. Por ejemplo, en Mateo hay una escena en que la madre, sumisa a la desgracia, se rebela de pronto contra el marido, vociferando este grito: -Son mis hijos, ¿sabes? Cuando asistía a la escena, yo pensaba que Discépolo había vi¬vido en el arrabal, que lo había conocido de cerca, pues de otro modo no era posible ahondar la psicología apasionada de esas mujeres que, no teniendo nada en la vida, todo lo depositan en los hijos, adorándolos ra¬biosamente. Se acabó todo, pues le ha quedado la cabeza como si se la hubieran pasado por la abertura de un horno de pudelación.
En la NBA, James se ha consagrado como un hombre capaz de hacer de todo, cuya suma de físico y talento le han colocado como uno de los grandes jugadores de la liga. Si ese hombre honrado existe, yo me dejo crucificar. Ese es el que toma café. A las tres, se levantó, se puso el traje dominguero, y con paso tardo entró al café de la esquina. Siempre hay uno en el café que tienen veinte guitas. Encade¬nadas fueron llevadas a la Siberia; debían declarar contra los hijos bajo el látigo, y los que quedaron no las olvidaron más. ¿Y las abue¬las? Me acuerdo que Gorki, en La historia de mi vida, describe a la abue¬la ensangrentada, por los puñetazos del abuelo, como una figura mística y santa. ¿Y qué te dijo Pedro? ¿Y la madre de uno de Los siete ahorcados? Hay algo de patético en la figura de la madre que adora a un hijo, y de extraordinariamente hermoso. En Marcel Proust, novelista también, la figura de la madre ocupa muchas páginas de las novelas El camino de Swan y A la sombra de las muchachas en flor.
Cuando se leen estas páginas de pronto se llega a comprender el dolor de vivir que tuvieron que sopor¬tar esos hombres inmensos. Su entrenador fue Frankie Walker, uno de los hombres que más influencia han tenido en la vida de James. Yo no sé. Hay momentos en que me digo que esto debe fatalmente ocurrir, que hasta ahora hemos estado viviendo todos como encegueci¬dos, que hemos pasado junto a las cosas más bellas de la tierra con una especie de indiferencia de protohombres, y que todavía faltan muchos al¬tares en el templo de la vida. Quieto como un lagarto, se queda arrimado a la pared, con los pies cruzados, los codos apoyados en el alféizar de la vidriera, el ala del sombrero de¬fendiéndole los ojos; una mueca amarga tirando sus dos catetos de la punta de la nariz a los dos vértices de los labios; triángulo de expresión mafiosa que se descompone para saludar insignificantemente a alguna vecina.