Como yugoslavo y líder del KK Split, además de una pesadilla para el F. C. Barcelona, fue el mejor en 1990 y 1991. Ya solo como croata, Kukoč volvió a conseguir el galardón en 1993, camiseta warriors pero se quedó sin el título de campeón de Europa porque el menos conocido CSP Limoges sorprendió al poderoso Benetton Treviso. Contra el CSP Limoges, defendiendo la camiseta del Aris Salónica BC, estableció una plusmarca de 43 puntos en el partido que decidía el tercer y cuarto puesto de la edición de Zaragoza 1990, siendo Galis el único que llegó a superar la cuarentena en una final entre cuatro.