Comprar camiseta del baloncesto

↑ «Los novatos David Blatt y Steve Kerr, Entrenadores del Mes en marzo». Beso a mi hija, que todavía me pregunta somnolienta que a dónde voy, como si no lo hubiese pregonado por toda la casa una y otra vez desde hace casi un mes. Beso a mi hijo, que no me acompaña, pero que ya sueña con el 25 de mayo en el Vicente Calderón. Beso a mi mujer que entiende mi pasión, pero no la comparte. Antonio Rattin y Natalio Pescia quienes cuentan con la particularidad de ser dos de los escasos futbolistas que han permanecido toda su carrera en una sola institución en el fútbol argentino.

No hace falta ser un erudito para entender el significado que tiene en Bilbao el Athletic, más cerca de tratarse de una religión que de una afición. Mucho menos comprender, sobre todo si tienes un mapa delante, que Bilbao limita hacia el norte con Inglaterra, de la que sólo nos separa una pequeña travesía a nado. Es un sitio curioso, ya que las habitaciones dan a un campo de criquet. Los conductores de autobús gruñen, las policías dan miedo, los viajeros del metro parecen cansados e infelices. Lo que significaría para la liga unos ingresos anuales de entre 120 y 180 millones de dólares, que sería incluido en los ingresos que se dan durante el año y repartidos entre los jugadores. En 2004, después de fracasar en un acuerdo para construir un nuevo estadio en Newark, Nueva Jersey, YankeeNets vendió la franquicia a un grupo liderado por el empresario inmobiliario Bruce Ratner por 300 millones de dólares.

En el caso particular de Boca, el conjunto xeneize tiene la particuaridad de haber dado 6 vueltas en los dos terrenos que históricamente tuvo River: 1 en el Estadio Alvear y Tagle y 5 en el Estadio Monumental. Sí, el criquet, ese extraño deporte que salvo que seas un súbdito de la Commonwealth, no entiendes absolutamente nada. No, Florentino no me ha podido dejar su avión privado (últimamente parece que no deja casi nada). Escribo desde el avión mientras las azafatas se van turnando en un ofrecimiento constante de comida, bebida, tabaco, rifas, entradas para el Museo de Cera de Londres o lo que haga falta.

Toda esta falta de linea deportiva, estructura y proyecto, que vienen de años sumado a los cambios institucionales que ven en el baloncesto un pingajo o un siamés feo y sin interés salido del hombro derecho. La ducha no me despierta, ropa nba pues no hace falta. El revuelo ha sido inmediato pues en este Madrid-Londres viajamos unos 100 feligreses rojiblancos, la mayoría ataviados convenientemente con camisetas y bufandas. Este año, sin embargo, las cosas son distintas. Solo ha habido una excepción hasta la fecha: Jerry West recibió el MVP de las Finales en 1969 (primera temporada en la que se entregaba este premio) a pesar de que los Lakers no ganaron el anillo.